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Respirar el aire de la realeza es un sueño que atrae a millones de visitantes a la capital francesa cada año. Embarca para tu vuelo Transavia Tenerife-París y sumérgete en todas las riquezas de la ciudad de la luz, que aún muestra huellas más que claras de sus momentos históricos más notables.

Tu vuelo Transavia Tenerife-París llegará al aeropuerto de París-Orly

Si quieres ir al centro de la capital, ten en cuenta que el aeropuerto de París-Orly dispone de varios medios de transporte, como el OrlyBus, un autobús que sale de las terminales sur y oeste cada 10-20 minutos y te lleva a la plaza Denfert-Rochereau, desde donde tendrás acceso a las líneas 4 y 6 del metro y al RER B. Esta es una opción económica y cómoda.

Otra opción es el Orlyval, que te llevará hasta Antony, donde tendrás que bajar para tomar el RER B hasta el centro de París (Chatelet, Gare du Nord). Sin embargo, tenga en cuenta que el RER B es incómodo en horas punta (cuando los parisinos van y vuelven del trabajo). 

Duración del vuelo

Un vuelo de Tenerife (Sur) a París (Orly) dura unas 04:05 horas.

Aeropuerto de llegada

Paris-Orly Airport

Divisa

En Francia se paga con el euro (EUR).

Algunas excelentes sugerencias de visitas al aterrizar de tu vuelo Tenerife-París

  1. Descubre cómo era la vida de los reyes de Francia y deléitate con la belleza del Palacio de Versalles

    Aunque París es mundialmente conocida por ser la ciudad donde reina la espléndida Torre Eiffel, esta no es su única reina, ya que la realeza real vivió en el Chateau de Versailles hasta 1789. Originalmente destinada a ser la residencia de caza de Louis XIII, el castillo ha sufrido varias modificaciones a lo largo de los años y, hoy en día, es uno de los sitios históricos más visitados de París. La superficie del castillo en su conjunto, es decir, contando los maravillosos jardines franceses, el parque y el Trianon, supera las 800 hectáreas. Por eso, recuerda ponerte zapatos cómodos para poder explorar el castillo desde todos los ángulos.

    La famosa galería de espejos es sin duda el principal símbolo de este castillo. De estilo barroco, esta suntuosa obra de Jules Hardouin-Mansart está compuesta por 357 espejos y decorada con más de 1000 m² de pinturas y numerosas esculturas. Allí, se firmó el Tratado de Versailles, que marcó el final de la Primera Guerra Mundial.

    El acceso al jardín es gratuito y existen varias rutas posibles para descubrir el castillo, según el tiempo del que dispongas. Se recomienda llegar muy temprano, a las 9 de la mañana, para disfrutar aún más de tu visita y, a partir del mediodía, dirigirte directamente al Trianon. El castillo está abierto de martes a domingo, de las 9 de la mañana a las 6 y media de la tarde y también se pueden comprar varias opciones de entradas en Internet, sin cargo para los niños menores de 26 años que residan en la Unión Europea.

  2. Ve de cerca algunas de las pinturas y esculturas más famosas del mundo en el Museo de Orsay

    Donde una vez hubo una estación de tren, hoy se encuentra el Museo de Orsay, inaugurado en 1986 por el presidente Miterrand. En sus más de 57.000 m² de superficie, podrá admirar obras de Monet, Cézanne, Matisse y ser parte, durante el tiempo de su visita, de siglos de historia del arte. El museo está abierto de martes a domingo, de las 9 y media de la mañana a las 6 de la tarde (y hasta las 10 menos cuarto los jueves) y, para ahorrar tiempo, su entrada también se puede comprar en línea y será válida 3 meses desde la fecha de compra.

  3. Satisfaz tu apetito por el arte contemporáneo en el impresionante Centro Pompidou

    También llamado Beaubourg por los parisinos, este gran museo, con su impresionante arquitectura y nacido por iniciativa del presidente Georges Pompidou, está completamente enfocado a la creación moderna. Muestra exposiciones temporales, además de la colección permanente, y es una gran visita para toda la familia, ya que también propone actividades para niños. Está abierto todos los días hasta las 9 de la noche y las entradas se pueden comprar a través de Internet para ahorrar tiempo. Se recomienda visitar el museo en las horas de menor afluencia, es decir, por la tarde durante la semana.

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